Buen día, miserables.

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Buen día, miserables.

Subieron dramáticamente las mínimas, va pasando lo peor. Andando los meses nos enteraremos cuál fue el exceso de muertes por hipotermia, monóxido, incendio, electrocución, etc. en #Argentina.

Eso será entonces. Hoy, motivada por muchas charlas que se dan acá...

Desde que hubo electricidad se calentaron alambres hasta que brillaron (y se quemaron o fundieron, salvo el platino). Y desde que hubo vacío en tubos de vidrio se vieron destellos de colores en su interior (fugaces, como las chispas que daba alguna separación accidental de cargas).

Ambos modos de producir luz corrieron una carrera tecnológica durante todo el siglo XX. La incandescente se llevó todos los premios a pesar de las maldiciones, la fluorescente victorias morales que insumieron ímprobos esfuerzos magnéticos y electrónicos.

Hoy en día nos alumbramos mayormente con LEDs cuando la estúpida bola de plasma está guardada (como la decencia manda).

Los semiconductores vinieron de donde no se esperaba. Fueron muy difíciles. El rédito de desarrollarlos fue inmenso (los daños, incalculables todavía).

El determinismo histórico-tecnológico no existe. No opera como sistema. Hay obstáculos, sí: sin metalurgia no hay máquinas térmicas (incluyendo armas de fuego), etc. Es cuento para pescar inversores incautos y escribir ciencia ficción (buena o mala) e historia (pésima).

Observen a dónde llevan los datos concretos y hagan oídos sordos a quienes se erigen en profetas.

Ganarán en tranquilidad.

Bueno, a mí me funciona así, ¿estamos?